¿Qué es el deporte con perros IGP? Una guía completa sobre esta disciplina canina
Introducción al deporte con perros IGP
El deporte con perros IGP (Internationale Gebrauchshunde Prüfungsordnung), antes conocido como IPO o Schutzhund, es una disciplina compleja que se centra en la evaluación de la capacidad de trabajo, obediencia y protección de los perros. Nació en Alemania a principios del siglo XX, desarrollado inicialmente para evaluar las habilidades de los pastores alemanes como perros de trabajo y seleccionar los mejores ejemplares para mejorar la raza. Sin embargo, hoy en día participan diversas razas, todas con el objetivo de demostrar su capacidad física, mental y emocional para responder a comandos y situaciones específicas.
El IGP pone a prueba tres aspectos fundamentales del comportamiento y habilidades del perro: su capacidad para rastrear, obedecer y proteger. Las competiciones de IGP no son solo una demostración de habilidades caninas, sino también de la relación entre el perro y su guía, un factor esencial para el éxito en este deporte.
Historia del IGP: Desde Schutzhund hasta la actualidad
El Schutzhund, que significa “perro de protección” en alemán, fue creado en 1901 como un sistema de pruebas para seleccionar perros que fueran aptos para trabajar en tareas de protección, pastoreo y vigilancia. En esos años, era necesario garantizar que los perros de trabajo no solo fueran físicamente fuertes, sino también inteligentes, valientes y obedientes.
El objetivo principal del Schutzhund fue, y sigue siendo, garantizar que los perros utilizados para tareas de utilidad tuvieran el temperamento y las habilidades adecuadas. Esto resultó ser especialmente útil para los criadores de pastores alemanes, que encontraron en este sistema un método para seleccionar los mejores ejemplares para trabajo y reproducción.
En 2019, la Federación Cinológica Internacional (FCI), la organización que regula las competencias caninas internacionales, decidió cambiar el nombre del deporte de IPO a IGP (Reglamento Internacional de Perros de Utilidad) para reflejar mejor su enfoque internacional y su evolución en cuanto a la inclusión de diferentes razas de perros.
Las tres disciplinas del IGP: Rastreo, obediencia y protección
El IGP está estructurado en tres disciplinas o fases principales, cada una de las cuales evalúa un conjunto específico de habilidades en el perro: el rastreo, la obediencia y la protección. Para obtener una puntuación competitiva alta, los perros deben demostrar control, precisión, valentía y una relación cercana con su guía en cada una de estas fases. A continuación, desglosamos cada una de ellas en detalle.
1. Fase de Rastreo (Fährtenarbeit) – Disciplina A
La fase de rastreo es una prueba que evalúa la capacidad del perro para utilizar su olfato de manera precisa y metódica. Esta habilidad es esencial para diversas tareas de trabajo, como la búsqueda de personas desaparecidas, la localización de objetos o incluso la detección de sustancias. En el contexto del IGP, el rastreo mide la capacidad del perro para concentrarse, ignorar distracciones y seguir un rastro establecido con precisión.
¿En qué consiste esta prueba?
Durante la prueba de rastreo, se prepara un rastro en un campo abierto, que puede ser de césped, tierra o cualquier otro tipo de terreno adecuado. El rastro lo crea una persona (el “trazador”), quien camina siguiendo un patrón determinado mientras deja varios objetos pequeños en el camino, como pedazos de cuero, madera y tela. Después de un período de tiempo predeterminado, el perro y su guía se acercan al área para iniciar la prueba.
El perro debe seguir la pista con el olfato, ignorando factores como el viento, el clima o cualquier otra distracción. Durante el proceso, también debe identificar y señalar cada uno de los objetos dejados en el camino.
Lo que evalúan los jueces:
- Precisión: Qué tan bien sigue el perro la pista sin desviarse.
- Concentración: La capacidad de ignorar las distracciones y enfocarse solo en el rastro.
- Detección de objetos: El perro debe identificar y señalar con claridad cada uno de los objetos que se han dejado en el rastro.
El rastreo es una disciplina clave en el IGP, ya que no solo pone a prueba el olfato y la concentración del perro, sino también su capacidad para trabajar de manera independiente.
2. Fase de Obediencia (Unterordnung) – Disciplina B
La obediencia es la base de todo entrenamiento canino, y en el IGP es una disciplina central. Esta fase está diseñada para demostrar la capacidad del perro para seguir instrucciones precisas bajo el control de su guía. Aquí, el perro debe realizar una serie de ejercicios con precisión, entusiasmo y rapidez, mostrando un alto grado de entrenamiento y una relación fuerte con su guía.
¿En qué consiste esta prueba?
En esta fase, los ejercicios se realizan en un campo abierto, y el perro debe responder a diversas órdenes de su guía. Los ejercicios incluyen:
- Caminado junto sin correa (FUSS): El perro debe caminar al lado del guía, manteniendo una posición exacta sin adelantarse ni quedarse atrás. La actitud del perro debe ser activa y alegre.
- Posiciones básicas (sentado, echado, de pie): A lo largo del recorrido, el guía ordena al perro que se siente (SITZ), se tumbe (PLATZ) o se ponga de pie (STEH). El perro debe ejecutar estos comandos con precisión, sin moverse ni perder concentración.
- Llamada a distancia: El perro debe responder rápidamente cuando se le llama, corriendo hacia su guía con velocidad y sin desviarse.
- Salto y recuperación de objetos (APPORTS): El perro debe saltar sobre obstáculos y recoger un objeto (MANCUERNA) lanzado por el guía, regresando con él y sentándose para entregarlo.
- Correr hacia delante (VORAUS): El perro debe correr de un extremo del campo a otro en línea recta, a la orden del guía el perro debe tumbarse de inmediato y mantener la posición hasta su recogida.
Lo que evalúan los jueces:
- Precisión en los ejercicios: Cada movimiento y respuesta del perro debe ser exacto y rápido.
- Actitud del perro: Se valora un comportamiento alegre, confiado y dispuesto. No se permite la lentitud ni la apatía.
- Control bajo distracciones: Durante los ejercicios, puede haber distracciones (como otro perro en el campo) que el perro debe ignorar completamente.
La obediencia no es solo una cuestión de ejecución técnica, sino también de control emocional. Los perros deben mantenerse tranquilos, enfocados y dispuestos a trabajar, lo que requiere una sólida relación con el guía y un alto nivel de entrenamiento.
3. Fase de Protección (Schutzdienst)
La fase de protección es una de las más emocionantes del IGP. En esta disciplina, se evalúa la capacidad del perro para proteger a su guía de una amenaza (un figurante que actúa como agresor) de manera controlada y disciplinada. Aunque se asocia a menudo con el coraje y la fuerza del perro, lo más importante en esta fase es el control total que el guía tiene sobre el animal.
¿En qué consiste esta prueba?
En la prueba de protección, el perro debe localizar al figurante (una persona que lleva un traje de protección y simula ser una amenaza), detenerlo y mantenerlo inmovilizado sin causar daños innecesarios. Los ejercicios incluyen:
- Búsqueda del figurante: El perro debe localizar al figurante, que se esconde en un área designada (REVIER), y mantenerlo vigilado sin atacar hasta que el guía llegue.
- Huida: El figurante intenta huir y muestra un comportamiento amenazante, el perro puede realizar un ataque controlado. Este ataque debe cesar de inmediato cuando el guía da la orden de soltar.
- Seguimiento por la espalda: El perro debe seguir al guía mientras caminan detrás del figurante, cuando éste se gira y muestra actitud amenazante, el perro debe atacar de manera decidida.
- Ataque lanzado: La última fase se trata de un ataque a larga distancia. El guía se posiciona en un extremo del campo con el perro en calma. Al otro extremo del campo aparece el figurante con dirección hacia el perro con actitud amenazante. El perro debe correr hacia el figurante y realizar un ataque con determinación.
Lo que evalúan los jueces:
- Valentía y coraje: El perro debe mostrar disposición para proteger a su guía sin miedo ni vacilaciones.
- Control absoluto: A pesar de la intensidad de la situación, el perro debe obedecer cada orden de su guía, especialmente cuando se le ordena soltar al figurante.
- Actitud no agresiva: Aunque el perro debe ser protector, cualquier agresividad excesiva o descontrolada resultará en una puntuación baja.
En esta fase, la combinación de coraje, obediencia y autocontrol es clave. Un buen perro de protección no solo es fuerte, sino que también es capaz de detenerse cuando se lo ordena, demostrando una respuesta equilibrada y controlada.
Los niveles del IGP
El deporte IGP tiene tres niveles de dificultad, cada uno de ellos más exigente que el anterior. Estos niveles reflejan el progreso y las habilidades del perro a medida que avanza en su entrenamiento.
- IGP1: Nivel básico donde se evalúan habilidades fundamentales. Los ejercicios de rastreo son más cortos, la obediencia es más simple y las pruebas de protección están diseñadas para probar el coraje inicial del perro.
- IGP2: Nivel intermedio que incluye pruebas más largas de rastreo, obediencia más compleja (como obstáculos más altos y recuperación de objetos más pesados) y ejercicios de protección más difíciles.
- IGP3: El nivel más alto y prestigioso. Aquí, las pruebas son mucho más exigentes en todas las fases. Solo los perros más experimentados y bien entrenados pueden alcanzar este nivel, que incluye desafíos más intensos en rastreo, obediencia y protección.
Razas más comunes en el IGP
Aunque el IGP fue diseñado para pastores alemanes, muchas otras razas participan hoy en día. Algunas de las más comunes son:
- Pastor alemán: Considerada la raza original de este deporte, sigue siendo la más representada gracias a su versatilidad, inteligencia y capacidad de trabajo. Los pastores alemanes de líneas de trabajo son los más utilizados para la práctica de IGP.
- Pastor Belga Malinois: Conocidos por su agilidad, velocidad y resistencia, los Malinois son actualmente muy populares en competiciones de IGP.
- Rottweiler: Destacan en la fase de protección por su fuerza y determinación, además de tener una gran disposición para la obediencia.
- Doberman: Son perros rápidos y elegantes, perfectos para la protección y la obediencia, lo que los convierte en buenos candidatos para el IGP.
Beneficios del IGP para los perros y sus guías
El deporte IGP no solo mejora las habilidades de trabajo de los perros, sino que también tiene múltiples beneficios tanto para los canes como para sus guías:
- Fortalece el vínculo entre el perro y el guía, ya que el entrenamiento requiere cooperación, confianza y comunicación constante.
- Mantiene al perro activo tanto física como mentalmente, mejorando su bienestar general y previniendo problemas de comportamiento relacionados con el aburrimiento.
- Desarrolla habilidades útiles en la vida diaria, como la obediencia, la capacidad de trabajar en equipo y el autocontrol.
Conclusión
El IGP es mucho más que una simple competencia canina; es una disciplina que pone a prueba la versatilidad, inteligencia, obediencia y protección de los perros, al mismo tiempo que refuerza el vínculo con sus guías. Tanto si estás interesado en entrenar a tu perro como si simplemente disfrutas viendo a estos animales en acción, el IGP es una disciplina fascinante que combina deporte, trabajo en equipo y entrenamiento avanzado.
Si tienes un perro con energía, inteligencia y disposición para el trabajo, el IGP es una excelente manera de canalizar esas cualidades hacia algo positivo y desafiante, mejorando no solo las habilidades de tu perro, sino también la relación entre ambos.